Hemos instado a nuestros miembros a que manden mensajes optimistas durante estos tiempos de confinamiento en casa y distanciamiento social. Hemos recibido un aluvión de correos electrónicos que comparten experiencias positivas. He aquí algunos de ellos:
Mis nietos me llaman para preguntarme si necesito que me hagan la compra o me ayuden con lo que sea. También me envían mensajes para contarme sus cosas. Hasta ahora, siempre estaban demasiado ocupados para hacer algo así. ¡A mis 76 años, eso hace que me sienta menos sola y verdaderamente querida! – Judy
Trabajo con adultos jóvenes con necesidades especiales. Formamos un grupo que hizo una “ronda” para decirles que seguiremos estando ahí para ellos cuando todo esto pase! Tocamos el claxon, saludamos y aplaudimos. ¡Queríamos que se sintieran queridos! – Sheryl
La semana pasada me despidieron del trabajo. Al día siguiente, la recepcionista de la oficina me trajo una bolsa de comida de su iglesia. Fue un momento conmovedor – Laurenne