El reciente descubrimiento del “intersticio” ha puesto patas arriba a la comunidad científica. Lo que durante muchos años pensó la comunidad médica que se trataba de un tejido conectivo denso situado debajo de la superficie de la piel y alrededor de los órganos del cuerpo humano ha resultado ser una complicada red de cavidades llenas de líquido.

Este magnífico descubrimiento se produjo durante las pruebas de un nuevo endoscopio que utiliza láser y tintes fluorescentes para ver el tejido vivo con un microscopio. Durante el examen del conducto biliar de un paciente se encontró una secuencia de cavidades que no encajaban con las características biológicas conocidas del conducto biliar.

Tras la sorpresa por el hallazgo, los resultados se llevaron al experto en patología Neil Theise quien, ayudado por su equipo, creó una forma única de procesar las biopsias del conducto biliar con las muestras hidratadas en todo momento. El descubrimiento resultó ser una red de cavidades llenas de líquido interconectadas y vinculadas a un grupo de proteínas.

¡De hecho, durante ha años se pensó que estas grietas eran resultado del procesamiento! Las implicaciones de esta investigación son fascinantes. Theise sostiene que el intersticio podría tener un peso fundamental en la propagación de la metástasis del cáncer y también podría ofrecer una explicación de la eficacia acreditada de algunas técnicas como la acupuntura.

¡Un descubrimiento asombroso!