El ayuno intermitente es una forma ideal para provocar la activación de las células madre.
Existen numerosos estudios que muestras que ayunar durante 3 días puede reducir la inflamación y reforzar el sistema inmune aumentando la cantidad de glóbulos blancos.*
También se ha demostrado que el ayuno prolongado regula las poblaciones de células madres independientemente de la quimioterapia, y ayuda a neutralizar el envejecimiento y repercute en la regeneración.
El ayuno también puede ayudar a reducir daños en las células madre de la médula ósea y protege contra la quimiotoxicidad.

* https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4509734/