A medida que se difunde la información, se cuestionan muchos de los alimentos que consumimos (véase la siguiente lista). Algunos de estos productos se comercializan como alternativas saludables. Si consideramos algunas de las posibles consecuencias, probablemente sea buena idea renunciar a estos productos tan populares o reducir su consumo:

• Cremas para café: contienen grandes dosis de conservantes y aditivos.

• Margarina: en formato de barra, contiene grasa transgénica perjudicial para los vasos sanguíneos y cientos de calorías por dosis.

• Bacon: a veces, la verdad duele. Posee un alto contenido de sodio y puede aumentar el riesgo de enfermedades del cardíacas y colesterol alto.

• Edulcorantes artificiales: del mismo modo que casi todos son bajos en calorías, también contienen gran cantidad de aditivos que pueden provocar 2 tipos de diabetes, varias formas de cáncer e, incluso, enfermedades cardiovasculares.
• Bebidas carbonatadas: contienen muchas calorías y están cargadas de azúcar que estropea la dentadura. Hay algunas marcas que tienen hasta aceite vegetal bromado, que puede provocar problemas cutáneos, demencia y pérdida de memoria.
• Leche entera: engorda y se sabe que obstruye las arterias. Sustitúyala por variedades con menos grasa.
• Bagels y pan: además de tener muchas calorías, también pueden causar ese temido bajón de energía a mitad de la jornada. Siempre que pueda, decántese por opciones integrales.
• Palomitas de microondas: son ideales para las noches de película, pero la verdad es que pueden ser más perjudiciales de lo que imaginamos. El revestimiento interior de las bolsas está relacionado con enfermedades como cáncer de hígado o de próstata.