Tres trampas habituales sobre la ansiedad y cómo evitarlas

Todos experimentamos algún grado de ansiedad, si bien en algunas personas es mucho mayor que en otras. De hecho, el problema puede ser tan grave, que se llega a paralizar a la persona. Alice Boyes, autora de “The Anxiety Toolkit” (Herramientas para la ansiedad) recomienda mentalizarse correctamente para sortear estas trampas que debilitan. Según Boyes, “Uno aprende a trabajar con su propio hardware y software de la forma más efectiva”.

Ofrece los siguientes consejos para huir de las tres trampas más habituales:

1. Dudas en actuar hasta que estás seguro al cien por cien: una gran parte de la ansiedad consiste en tener intolerancia a la incertidumbre (como contemplar muchas ideas y no probar nunca ninguna de ellas).

Libérate: las personas propensas a la ansiedad suelen enfocarse en los peores resultados posibles. Para remediar esto, identifica lo peor, lo mejor y las cosas más realistas que podrían suceder. Al reconocer las oportunidades y riesgos, te sentirás más seguro al hacer un movimiento.

2. Te obsesionan los errores: darle demasiadas vueltas a pasos en falso anteriores (lo que significa que los reproduces una y otra vez en tu mente) se llama exceso de meditación. Y te puedes quedar hecho un lío.

Libérate: para salir del bucle, plantéate pasos concretos para seguir adelante. Empieza identificando tres posibles acciones que puedas llevar a cabo ahora.

3. Tienes miedo a las críticas: las personas con ansiedad suelen evitar los comentarios porque ya se juzgan a sí mismas con dureza y las críticas ajenas les resultan especialmente desagradables.

Libérate: intenta actuar de forma tranquila cuando te hagan algún comentario. Aunque puede que te sientas machacado o a la defensiva, expresa físicamente que lo agradeces. Relaja los hombros, levanta la cabeza y relaja las manos. Tus emociones y pensamientos se ajustarán rápidamente a tu expresión no verbal.