Una investigación llevada a cabo el Trinity College de Dublín demostró que existe una conexión neurofisiológica entre la respiración y la cognición. La forma de respirar puede tener un impacto positivo en las emociones y estados de ánimo. Recientemente, los investigadores del Trinity College han descubierto la primera conexión nuerofisiológica entre la respiración y la atención en el cerebro.

La investigación se centró en el locus cerúleo, que se encarga de segregar una hormona y neurotransmisor conocida como noradrenalina. Michael Melnychuk, autor del estudio, explica que cuando el cuerpo se siente estresado o aletargado no podemos concentrarnos, bien porque estamos segregando demasiada noradrenalina bien porque estamos segregando demasiada. Existe una dosis equilibrada de noradrenalina con la que nuestras emociones, pensamientos y memoria son más lúcidas. El resultado del estudio demuestra la existencia de una relación entre la atención y la respiración que se ajusta mediante el locus cerúleo. Concentrarse en la respiración puede repercutir positivamente en los niveles de atención, lo que abre el interrogante de si podemos controlar nuestros niveles de noradrenalina mediante la respiración. Este estudio fue publicado en la revista de Psicofisiología y se pregunta si se administrarán o no tratamientos no farmacológicos a personas con TDAH o demencia.