Un análisis llevado a cabo recientemente por investigadores médicos ha sacado a la luz la gran cantidad de personas de todas las nacionalidades que viven cotidianamente aturdidas por el dolor, lo que además de pasar factura a los propios afectados por el dolor, tiene un impacto en el conjunto de la sociedad.
El dolor crónico afecta a mil quinientos millones de personas en todo el mundo. Se calcula que unos 100 millones de ellos viven en EE. UU., según un informe de David Borsook, M.D., Ph.D, destacado experto en dolor del Massachusetts General Hospital en EE. UU.
El dolor le cuesta al país “miles de millones de dólares en atención médica y todos los años provoca un descenso de la productividad laboral”, apunta el Dr. Borsook. “Todavía no disponemos de medicación o tratamientos que sean capaces de aliviar el dolor crónico de manera efectiva y rápida en la mayoría de pacientes”, dice y agrega que los médicos “tratan a los pacientes con un enfoque basado en la prueba y el error, recetándoles medicamentos con menos efectos secundarios, lo que da una idea de la falta de opciones de tratamiento efectivas”.
El dolor agudo y crónico representan un grave problema para el sistema de salud pública y afecta a más ciudadanos que la diabetes, las enfermedades del corazón o el cáncer, según datos de la Academia Americana de Medicina del Dolor. El dolor agudo se define como un dolor pasajero provocado por una lesión, operación o infección que no suele durar más de 3 meses. El dolor crónico es aquel que dura más de 3 meses.
También hay que destacar el impacto global del dolor. En el ámbito internacional, por ejemplo, los costes médicos asociados con el tratamiento del dolor y los costes económicos derivados de días de incapacidad y pérdida salarial y productividad son abrumadores. Solo en EE. UU. se calcula que dicho coste se sitúa entre 560 mil y 635 mil millones de dólares.
Para ampliar la ilustración del efecto que puede tener el dolor en quienes lo padecen, la Academia Americana de Medicina del Dolor describe cuatro ámbitos fundamentales de la salud que se ven afectados y el círculo vicioso que ello crea:
• Sueño: el dolor, y la ansiedad que nos provoca, crea problemas para conciliar el sueño. La falta de sueño agrava el dolor y disminuye la energía.
• Energía: enfrentarse al dolor es agotador. La falta de energía impide estar activo y mantener la línea.
• Actividad: el dolor y la falta de energía dificultan mantenerse activo. La falta de ejercicio agrava el dolor.
• Humor: el dolor crónico y la forma en que limita la vida suele desencadenar depresiones, enfados y ansiedad, lo que dificulta todavía más afrontar el dolor.
Se ha demostrado clínicamente que los parches para el dolor IceWave de LifeWave poseen las siguientes cualidades:
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